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Seguro que alguna vez tu perro te ha mirado a los ojos profundamente durante varios segundos y, por un momento, te has dicho a ti mismo: ¿en qué estará pensando mi querido amigo peludo? Nuestras mascotas son una parte importante de nuestras vidas. Comparten muchos momentos, vivencias y anécdotas con nosotros, y establecemos con ellas una relación tan profunda que, en ocasiones, podemos llegar a pensar que nos entienden y razonan igual que nosotros. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre esto? ¿Cómo es la mente de los perros? ¿Son capaces estos adorables animales de pensar?
Lo cierto es que los perros son animales sociales. En su estado salvaje, en la naturaleza, se organizan en manadas, en las que se crea una jerarquía que se rige por sus propias reglas sociales. En su vida doméstica, tras miles de años de convivencia y colaboración mutua con las personas, los perros siguen actuando movidos por su instinto, pero también poseen capacidades mentales tan avanzadas como la compresión, la memoria y la comunicación. Es por ello que estos animales pueden entender y diferenciar numerosas palabras (más de 100 en algunos casos) y, con un correcto adiestramiento, distinguir y obedecer a distintos comandos. Entonces, ¿son los perros capaces de pensar? Y si es así, ¿en qué piensa tu perro?
1. Tu perro piensa en su pasado
2. ¿Es cierto que tu perro piensa en ti?
3. ¿Los perros piensan como nosotros?
5. La inteligencia de los perros

Si la mente humana es todavía un gran misterio en muchos aspectos, el cerebro de los perros lo es todavía más. Aunque falta mucha investigación en este terreno, la ciencia sí ha confirmado que los perros son capaces de pensar en su pasado.
Lo consiguen a través de sus sentidos, especialmente, de su poderosísimo olfato, capaz de recopilar información con una eficiencia increíble. Gracias a su magnífica capacidad olfativa y a la precisión del resto de sus sentidos, los perros asocian estos olores y otros datos con todo tipo de momentos vividos, como lugares y personas. Por decirlo de otro modo, el olfato actúa como un mapa de ruta para evocar recuerdos asociados.
Para la comunidad científica no cabe duda de que el vínculo que se crea entre un perro y su tutor es muy especial y complejo. Estos animales se conectan emocionalmente a sus amos, mimetizándose con sus sentimientos, e incluso pueden llegar a consolar a su cuidador cuando llora o está enfermo.
Además, los perros pueden detectar a través de su olfato si tenemos algún problema de salud y también cuál es nuestro estado de ánimo. Sabiendo todo esto, resulta lógico deducir que tu mascota piensa en ti, ya que eres lo más importante de su mundo.
Pero, ¿sabías que existe evidencia científica de que esto es así? En un estudio realizado con varios perros, se les dio a oler diferentes objetos de sus amos y otros objetos aleatorios. La prueba demostró que, cuando las mascotas olfateaban las cosas de sus humanos favoritos, sus cerebros presentaban actividad en el lóbulo temporal inferior, encargado de la memoria. Fascinante, ¿verdad?


Es una verdad universal: nadie te entiende y te adora como lo hace tu perro. Este vínculo tan estrecho que personas y humanos compartimos nos lleva a pensar que, en realidad, no son tan diferentes a nosotros. A través de sus intensas miradas, nuestros perros nos transmiten toda su bondad, amor y lealtad.
Algunos peludos, como el Australian Cobberdog, poseen unos ojos tan profundos y brillantes que prácticamente parecen humanos. Pero, ¿cómo de parecida es la forma de pensar de las personas y de los perros? ¿Piensan igual que nosotros estos adorables animales?
El neurocientífico Gregory Berus, decidido a averiguarlo, entrenó a su perrita mezcla de terrier para que estuviese quieta y relajada durante las diferentes resonancias a las que la sometió durante años. Uno de sus hallazgos más interesantes, y que divulgó en su libro How Dog Loves Us, es que los perros utilizan las mismas áreas de su cerebro que los humanos para resolver diferentes problemas.
Además, en este estudio se descubrió que los perros no solo nos identifican a través de su olfato, sino que también lo hacen por nuestros rasgos faciales gracias a un sofisticado sistema de reconocimiento que identifica y recuerda cada parte del rostro de su dueño.
Los perros son capaces de recordar y pensar en sus dueños. La ciencia ha avalado su alto nivel de inteligencia emocional y social, equiparando su capacidad de razonamiento a la de un niño de 3 a 5 años.
Tu perro puede sentir amor y algo muy parecido a la empatía. De hecho, en el estudio anterior, se pudo observar que la comida y las caricias de sus amos activaban el sistema de recompensa del cerebro de los perros al mismo nivel.
Teniendo en cuenta lo que el alimento significa a nivel de supervivencia y sustento en el organismo de cualquier animal, que nuestros gestos de cariño agraden tanto a nuestros perros como la propia comida es realmente increíble y conmovedor.


Como ya hemos visto, la inteligencia de los perros es sobre todo a nivel social y emocional. Estos animales son capaces de pensar, evocando recuerdos de su pasado, de personas conocidas y de lugares. Este nivel de inteligencia puede variar no solo de una raza a otra, sino de un perro a otro. El Australian Cobberdog está considerada una raza muy inteligente, aunque la genética, el estilo de vida y la socialización son aspectos que influyen mucho en la capacidad intelectual de los perros. Eso sí, seguro que, para ti, tu peludo es el perrito más bueno y listo del universo. Y ahora ya lo sabes, ¡él piensa en ti y te quiere tanto como tú a él!