HISTORIA DEL AUSTRALIAN COBBERDOG
Un Australian Cobberdog es un Labradoodle de pura raza
Wally Conron fue el creador de la raza Labradoodle y su labor fue continuada por Ruthland Manor y Tegan Park Labradoodle Breeding & Research Centres
que han conseguido hacer del Labradoodle una raza pura con el Australian Cobberdog
El primer Labradoodle
Wally Conron trabajaba en una asociación para ciegos con un programa de cría y entrenamiento para formar perros guía y un día recibió un encargo especial. Se trataba de una mujer ciega hawaiana cuyo marido tenía alergia a los perros. Durante 3 años estuvo trabajando con caniches ya que su pelo es hipoalergénico, sin embargo ningún Caniche mostraba las aptitudes necesarias para convertirse en perro guía. Así que tomó una decisión sin precedentes: cruzar una de sus Labradoras con un Caniche para crear el primer perro de asistencia hipoalergénico, el
Labradoodle.
El desarrollo del Labradoodle
Wally Conron, fue teniendo sus camadas de
Labradoodle y seleccionando de ellas estupendos perros de asistencia. Sin embargo, desde que comenzó con este programa de cría, Wally Conron fue amenazado, demandado e incluso pegado por criadores de pura raza que le acusaban de estar pervirtiendo su trabajo. Sin duda una reacción de miedo por parte de los criadores ante la atención internacional que había conseguido el
Labradoodle. Fue por eso que finalmente
Wally Conron se dio por vencido y se retiró quedándose a una generación de poder llegar a registrar la raza en el Kennel Club.
La opinión de Wally Conron
sobre el Labradoodle
Según sus propias palabras, los
Labradoodles que crió eran brillantes, nunca tuvo problemas de temperamento con ninguno de ellos, eran muy inteligentes y fácilmente entrenables. Y esto era así porque se esmeraba mucho seleccionando muy cuidadosamente a los padres de sus cachorros. El problema con los Labradoodle fue su éxito.
El Labradoodle se hizo muy popular y las granjas de cría comenzaron a criarla sin ningún tipo de criterio. Simplemente ponían a dos perros juntos sin estudiar los posibles problemas hereditarios de salud o comportamiento ni hacer las pruebas de que fueran hipoalergénicos. Fue así como poco a poco se desvirtuó el concepto "Labradoodle" y se creo una percepción de ella como perros demasiado nerviosos que tardaban mucho en aprender las órdenes y no servían como perros de asistencia. Siendo testigo de esto, a veces se arrepiente de haber iniciado esta fiebre, ya que también dio pie a que se comenzaran a realizar cruces de otras razas que no tenían ningún sentido. Para él, el cruce entre un Labrador y un Caniche tenía sentido en la medida que conseguía buenos
perros de terapia y asistencia hipoalergénicos. En el momento en el que esto se descuidaba, el Labradoodle no tenía razón de ser. Por suerte, después de que Wally Conron se retirara, hubo otros criadores como Mellodie Woolley que decidieron seguir este criterio y consiguieron grandes resultados
haciendo del Australian Cobberdog la raza que el Labradoodle debería sido.
La popularización del Labradoodle
Rápidamente el
Labradoodle se hizo muy popular. Sin embargo, la alta demanda que existía de estos perros tuvo una grave consecuencia: fueron muchos los criadores que se apuntaron a
la fiebre del Labradoodle y comenzaron a criarlo dando prioridad al dinero. Criadores con pocos escrúpulos y pocos conocimientos de genética comenzaron a hacer cruces con la intención de tener un gran volumen de cachorros que poder vender bajo el nombre de Labradoodle sin buscar que los cachorros cumpliesen con los estándares de la raza (pelo
hipoalergénico,
temperamento equilibrado, constitución adecuada…) y los padres no mostrasen problemas hereditarios.
La crisis del Labradoodle
Entre los primeros criadores que se esmeraron en desarrollar al Labradoodle se encontraba
Mellodie Woolley. Junto con su madre, Beverley Manners, se encargaron de desarrollarlo más allá del simple cruce de Labrador y Caniche y consolidarlo. Sin embargo, ser testigos de la sobreexplotación del término
Labradoodle y ver cómo iba perdiendo su sentido original, les hizo replantear la concepción de raza. Decidió sacudirse de todas las connotaciones negativas que había adquirido el Labradoodle y crearon un nuevo programa de cría con otros criterios y otro nombre de raza (
Australian Cobberdog) para desligarse de los criadores sin escrúpulos.
El renacer del Labradoodle
Beverley y Mellodie, las criadoras de
Ruthland Manor y
Tegan Park Labradoodle Breeding & Research Centres decidieron retomar la esencia perdida del Autentico Labradoodle. Reiniciaron su programa de cría con una diversidad genética diferente bajo los criterios para los que se creó originalmente el Labradoodle: perros hipoalergénicos que no mudan su pelo, con una gran inteligencia e intuición, dulces y de naturaleza bondadosa, muy fáciles de entrenar, y con gran potencial para convertirse en perros de terapia y asistencia. Así nació el
Australian Cobberdog, un nombre para referirse al Labradoodle de pura raza que cumple los objetivos originales de la raza.
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