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¿Cada cuánto tiempo debería bañar a mi perro?

El número de baños para tu perro depende de varios factores






LA FRECUENCIA DE LAVADO IDEAL

Tiempo de lectura aproximada: 10 minutos

La frecuencia con la que se debería bañar a un perro es una de las cuestiones más presentes en el mundo animal. Pero lo cierto es que no hay una respuesta concreta, sino varios factores que determinarán si estos cuidados higiénicos deben darse de manera más o menos recurrente en tu canino. En el siguiente artículo te lo contamos todo al detalle.


Cobberdog Australianos en una bañera

Índice del contenido


1- ¿Por qué es necesario bañar a tu perro?

2- Cómo evitar que el baño sea contraproducente

3- Determinando la frecuencia del baño canino: ¿qué factores influyen?

4- El baño de nuestros perros de terapia

¿Por qué es necesario bañar a tu perro?


La higiene se encuentra entre las necesidades básicas a cubrir de tu peludo, al igual que la alimentación, la hidratación, o la socialización. Y es que no bañar a tu perro puede traer riesgos para su salud y la de los tuyos, ya sea ante la amenaza de parásitos como garrapatas o por la aparición de enfermedades dermatológicas. Es más, si tu perro ya sufre de por sí patologías como la dermatitis, la higiene se hará más estricta, por lo que ganará importancia que el número de lavados no sea ni excesivo ni escaso. 

Más allá de ser esencial para cuidar el bienestar físico de nuestro perro, el baño también nos puede permitir mejorar su bienestar mental. Este debe ser un momento de disfrute y tranquilidad, debiéndose ver como algo positivo. Además, si no llevamos un buen cuidado de su pelaje de forma constante y adecuada, la creación de nudos molestos o el mal olor pueden hacer que el perro no solo vea alteraciones en su cuerpo que le causen malestar, sino que también pueda sentirse rechazado por los demás. Y es que, bañarlo con una recurrencia ideal y personalizada permitirá no necesitar hacer más fuerza al cepillarle, evitando así que llegue a ver la experiencia como un castigo en lugar de una muestra deseable de cuidado.

Perro siendo bañado por una peluquera
 


Cómo evitar que el baño sea contraproducente


Riesgos de bañar a tu perro con productos no adecuados


Someter a un perro al lavado con champús no adecuados podría incluso conllevar ciertos riesgos que afectan a su bienestar además de empeorar la calidad de su cabello. Y es que el pelo necesita de los aceites naturales que dan brillo e hidratan orgánicamente su piel, corriendo el riesgo de alterarlos en caso de darse una higiene errónea.

Sobre todo si se utilizan productos no específicos o que no se adaptan a su tipo de pelo o piel, los lavados pueden causarle descamaciones, irritaciones y picores, dejándole expuesto a múltiples problemas dérmicos. Se necesita un equilibrio y un trato personalizado.


Cuándo NO debemos bañar a nuestro perro


Es importante comprobar el estado de salud de nuestro perro, ya que puede ser contraproducente llevar a cabo el baño por mucho que parezca necesitarlo. Si tenemos sospechas de que puede estar resfriándose, tiene tos, fiebre, molestias digestivas o ha sido operado recientemente sigue las indicaciones de tu veterinario ya que podríamos empeorar su estado.



Determinando la frecuencia del baño canino: ¿qué factores influyen?


Cada raza es diferente, así como cada rutina de higiene. Esto implica que la respuesta a la pregunta sobre la frecuencia de lavado ideal no tenga una única respuesta. Para resolver la cuestión, cabe tener en cuenta diferentes aspectos:
  • Edad del perro


No es lo mismo la piel y el pelaje de un perro adulto que la de un cachorro. Y aunque la frecuencia de lavado con el champú adecuado se puede hacer semanalmente en ambos casos, deberemos llevar especial cuidado con los más pequeños con la temperatura del agua, la manipulación y la elección del champú.

El primer baño de un cachorro Australian Cobberdog


En DOGKING empezamos a bañar a nuestros adorables cachorros en su cuarta semana de vida, cuando la madre deja de asear a sus crías a lametones y así inician a socializar con el baño desde una edad temprana. Tan importante es que se habitúen desde pequeños a momentos como el baño y se familiaricen con todo lo que la experiencia implica, como dotarse de las medidas de protección necesarias. Es por ello por lo que en nuestro centro, con tal de que ningún cachorro corra el riesgo de ver su desarrollo afectado, contamos con productos de primera calidad y profesionales del ámbito de la salud y la peluquería canina. Todo ello permite que podamos aprovechar la etapa en la que más aprenden del mundo exterior para normalizar rutinas de higiene de manera segura, promoviendo así buenas conductas futuras sin afectar a su crecimiento o estado físico.

Cachorro de Australian Cobberdog en su primer baño

    • Raza

 

La raza es un factor que influye sobre todos los anteriores. Esta marcará el temperamento, el estilo de vida, el tipo de pelaje y la predisposición a condiciones dérmicas por norma general. Los perros de pastoreo como el Border Collie, por ejemplo, es más probable que se ensucien al necesitar entornos naturales donde puedan gastar su energía. Si vives con un Australian Cobberdog su carácter amigable y cariñoso hará que se integre en la familia como uno más, por lo que te recomendamos que tenga la higiene adecuada para disfrutarlo al máximo.

 

    • Tipo de pelaje

 

Dependiendo del tipo de pelo que tenga tu perro, lo más recomendable es pasar por la peluquería una vez al mes desde que son cachorros, parte de las rutinas que debemos realizar en casa. De este modo podrán contar con una higiene, corte y cuidados óptimos, y a la vez poder irse familiarizando con experiencias que se harán presentes en todas las etapas de su vida.

 

    • Estilo de vida

 

Es habitual que los perros que realicen una mayor actividad física requieran una limpieza más frecuente que aquellos que pasan la mayoría del tiempo en casa. Elementos como el barro o la vegetación, comunes en zonas rurales, también pueden hacer que por lo general un perro sea más propenso a ensuciarse que en ámbitos urbanos. Pero aunque el baño pueda parecer la solución cada vez que tu perro se ensucie, no siempre puede serlo ya que la higiene en demasía pondría en riesgo la calidad y salud de su piel y cabello. La verdadera solución será entonces valorar si su estilo de vida realmente se encuentra acorde a sus necesidades, y si exponerle a entornos sucios o malolientes continuamente es lo más conveniente para él, pues el baño no podría ser realizado con la misma frecuencia.

 

    • Época del año

 

En las temporadas de primavera y verano si vives cerca de la costa puede darse la situación de hacer salidas habituales a la playa, en estos casos es muy importante al llegar a casa bañar a tu perro con un champú y un bálsamo adecuado para quitar la arena y la sal, y aunque no haga frío es importante secar a tu perro bien con el secador para asegurarnos que no haga ninguna dermatitis por exceso de humedad.

Perro disfrutando de un día en la playa.

 

    • Condiciones específicas

 

Antes de aplicar los consejos que por norma general se dan en el mundo canino, cabe tener en cuenta si tu perro tiene alguna necesidad dermatológica o si su pelaje requiere de algún cuidado en concreto. Puede que sufra de dermatitis o tenga predisposición para ello, o si tienes una raza que muda el manto, es conveniente informarse con un profesional de si es conveniente lavarlo o no en una determinada época del año o con cierta frecuencia.





El baño de nuestros perros de terapia


Los Australian Cobberdogs, al pertenecer a una raza tan versátil cuyo estilo de vida puede ser diverso y no mudar su pelaje, no denotan un número de baños específicos que llevar a cabo. Sin embargo, con tal de garantizar la seguridad de los pacientes a los que asisten sin renunciar a la salud de su pelo y piel, en DOGKING nos aseguramos de que sean bañados semanalmente con productos de primera calidad que no resequen ni deshidraten sino todo lo contrario, de modo que permitan mantener todo el brillo y la suavidad propia del manto tan majestuoso que les caracteriza. Y es que la seguridad debe ser siempre lo primero, tanto para los usuarios al garantizar unas correctas medidas de higiene, como para nuestros queridos peludos al darles siempre lo mejor para su bienestar físico y mental.

Niños tocando el manto suave de un Australian Cobberdog