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Jugar con tu perro es algo divertido y muy satisfactorio para él. A través del juego, los perros aprenden, gastan energía y se sienten estimulados y felices. Sin embargo, si no lo planteamos de manera correcta, podríamos generar en nuestra mascota un tipo de juego ansioso que, en lugar de relajarlo y divertirlo, le resultará muy estresante. En este sentido, la actividad de lanzar y traer la pelota puede llegar a ser tremendamente adictiva para el perro si no ponemos límites. Abusar de este tipo de juego tan repetitivo nos puede resultar sencillo para cansar a nuestra mascota, pero puede desembocar en una auténtica obsesión por su pelota, generándole ansiedad e insatisfacción durante el juego y puede acabar afectando a otras áreas de su vida.
- ¿Está mi perro obsesionado por su pelota?
- ¿Cómo evitar que mi perro se vuelva adicto a su pelota?
1. No lances la pelota una y otra vez
3. Enriquece la vida de tu perro
7. Retira el juego de la pelota
- Terapia de adiestramiento para la obsesión por la pelota

Existen diversas causas que explican una conducta obsesiva de un perro hacia su pelota. La falta de atención y de estímulos o un refuerzo inconsciente por parte del propietario son los motivos más frecuentes. Algunos perros más activos pueden ser más vulnerables a esta obsesión, al igual que ciertas razas de presa, que por su fisiología podrían entender el juego de lanzar la pelota como una especie de caza que nunca termina, algo muy estresante para estos animales.
Si sospechas que tu perro tiene obsesión por la pelota, observa su comportamiento hacia ella y hacia el juego. Algunas señales que podrían confirmar su adicción son:
El juego de lanzar la pelota no es perjudicial en sí mismo. Sin embargo, hay algunas conductas por nuestra parte que podrían convertir este constante ir y venir de tu perro para traer la bola en una auténtica adicción. Ten en cuenta estos consejos para evitar que tu mascota se obsesione con su pelota y para solucionar una adicción ya desarrollada.
Lanzar la pelota es uno de los juegos más cómodos y sencillos desde el punto de vista de las personas. Solo tienes que tirar la bola y esperar a que tu perro la traiga mientras sigues ocupándote de aquello que estés haciendo. Sin embargo, si pasas mucho rato sometiendo a tu perro a esta dinámica de lanzar y recoger, le harás entrar en un bucle que aumentará y reforzará su nerviosismo. Como tu perro estará cada vez más inquieto, demandará la pelota intensamente y cada vez que vuelvas a arrojarla al aire, estarás premiando sin darte cuenta ese comportamiento. Lo más recomendable es jugar a la pelota durante un rato corto y no todos los días, sino como una alternativa más entre otras actividades lo más variadas posible.
Muchas personas con perros activos o con un trastorno de ansiedad previo pueden tratar de cansarlos y “calmarlos” a través de este juego, ya que requiere un gran esfuerzo físico para el animal (y muy poco para los propietarios). De esta forma esperan que, al extenuar a su perro con constantes lanzamientos de pelota, este se relajará y no molestará el resto del día. Este punto de vista, es perjudicial para el perro, ya que aunque tú creas que es incansable y siempre quiere más, puede que esté actuando por un impulso obsesivo.
Algo que ayudará mucho a que tu perro no caiga en este tipo de actitudes obsesivas es que le ofrezcas un estilo de vida estimulante y agradable. Para ello deberás darle paseos largos donde pueda olisquear, pasar tiempo de calidad junto a él y, en definitiva, préstale la atención que necesita. Un perro requiere una inversión de tiempo, esfuerzo y cariño. Si tu mascota se siente estimulada y plena, difícilmente se obsesionará ni con la pelota ni con nada.
Si crees que para cansar y divertir a tu perro tienes solo que ejercitarlo físicamente sí o sí, te equivocas. Una breve sesión de algún juego mental que lo estimule cognitivamente puede resultar mucho más enriquecedor y agotador para tu mascota que un esfuerzo físico. El juego de tu perro debe estar balanceado entre las actividades físicas y las actividades mentales u olfativas ya que todas las razas necesitan dedicar tiempo a pasear y olisquear y con especial atención las razas de trabajo y de caza que tienen el olfato mucho más desarrollado que otras y tiene una necesidad muy alta de ejercitarlo para cansarlos y desestresarlos. Por lo que toma nota ya que muchas personas piensan que la única forma de cansar a un perro es tirarle la pelota , y simplemente debe de ser un más a más en el tiempo que le dedicas en el día a día. Para evitar que el animal se vuelva adicto a su pelota puedes intentar utilizarla de manera más creativa. En lugar de siempre lanzársela, prueba también a esconderla para que siga su rastro. También puedes tener de diferentes tipos, existen huecas para poder colocar dentro unas premios e intente sacarlos. El entrenamiento olfativo es muy entretenido y beneficioso para los perros y, además, los relaja mucho.. ¡Pruébalo!
Con el fin de impedir que tu perro se obsesione por la pelota, te recomendamos establecer una rutina de juego. Los perros siempre están observando nuestro comportamiento para tratar de fijar patrones y predecir nuestros actos. Si antes de jugar a la pelota llevas a cabo el mismo ritual, tu mascota acabará por comprender que ese es el momento para disfrutar de esta actividad, pero no la demandará el resto del día. Por ejemplo, puedes jugar a la pelota un día de la semana que vayáis a un parque que no visitáis ningún otro día. Siéntate en un banco y saca la pelota de la bolsa lentamente, dejando que tu perro lo vea. Repite siempre esta rutina para fijar el aprendizaje en tu mascota. Además, también será de gran ayuda inventar una señal (palabra y/o gesto) concreta para dar por finalizado el juego.
Por más que tu perro se vuelva loco de ansiedad demandando jugar con la pelota, no cedas a su exigencia y no inicies el juego hasta que esté tranquilo y se haya olvidado de ella. De lo contrario, estarás reforzando esta respuesta y empeorando el problema. Cualquier conducta que no se refuerza, en cambio, tiende a desaparecer con el tiempo, así que sí, puede que cueste, pero si te mantienes firme y no le das la pelota a tu perro cuando te la pida ansiosamente, acabará por superar su obsesión.
Consejo para jugar correctamente a la pelota:
Potencia su autocontrol: cada vez que traiga la pelota, deberá dejarla para que el juego continúe.
Pídele que se siente y esté quieto hasta volverla a lanzar, en lugar de tirársela cuando ladra o insiste de forma alterada en que el juego continúe, de esta manera estarás fomentando su autocontrol y obediencia además de jugar con él.
Si tu perro tiene una adicción muy fuerte a su pelota, es posible que tengas que retirar este juego de su vida. No lo veas como un castigo o un sufrimiento para él, porque es todo lo contrario. Eliminando la fuente de su ansiedad lo ayudarás a gozar de una vida más equilibrada y feliz. Puedes sustituir el juego de la pelota por otra clase de juegos que notes que le gustan mucho, juguetes interactivos, gincanas, juegos de olfato, etc. Asegúrate de que los primeros días tras eliminar la pelota tu perro no se aburra y tenga suficiente atención por tu parte. En algunos casos, podrás volver a introducir la pelota más adelante, pasados un par de meses, siguiendo los consejos anteriores para evitar que tu amigo peludo recaiga en su obsesión. Si lo haces, incorpora la pelota progresivamente y retírala de nuevo si vuelves a detectar un comportamiento ansioso.
Cuando hablamos de obsesión por la pelota, existen casos más fáciles y otros de mayor gravedad. Si notas a tu perro muy nervioso con el juego en general, te recomendamos que consultes con un educador o etólogo para que te ayude a solventar este problema de dependencia. Además, es crucial que no fomentes la ansiedad de tu perro en ningún aspecto. Esto significa que no debes reaccionar si se acerca a ti ansioso o demasiado inquieto. Ofrécele tu atención y cariño solo en aquellos momentos en los que esté tranquilo para reforzar este comportamiento. Es la mejor manera de asegurarle a tu mascota una vida equilibrada y saludable a todos los niveles.