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Mudanza con perros

Cómo reducir el estrés en esta situación de cambio




Tema: Cuidados del perro


CONSEJOS PARA QUE LLEVE LA MUDANZA LO MEJOR POSIBLE

Tiempo de lectura aproximada:  7 minutos

Si consideras que una mudanza es una situación muy estresante, imagínate cómo puede ser para tu perro. De un día para otro se verá en una nueva y desconocida casa en la que olores, ruidos y objetos serán diferentes. Por no hablar del trasiego de cajas y bultos de aquí para allá, que pueden causarle a tu mascota altos niveles de ansiedad. Te damos algunos consejos para disminuir el estrés de tu perro si vas a mudarte. ¡Toma nota! Tu amigo peludo te lo agradecerá.  

Los perros son animales territoriales y muy sensibles a los cambios. Aunque cada perrito tiene un carácter diferente, te aseguramos que en el total de los casos, un cambio de residencia será un trastorno para él. Piensa que si bien tú y tu familia tenéis un tiempo para adaptaros desde que tomáis la decisión de mudaros, para tu perro todo sucede de manera muy repentina. Todos los olores a lo que está acostumbrado, la distribución de la casa, los muebles, el barrio…, de golpe, todo cambia y tiene que habituarse a estímulos nuevos que le llegan en todas direcciones. Como su mejor amigo y protector, deberás estar muy atento a las señales y procurarle la máxima comodidad en esos días de cambio.


Perro en mudanza

Índice del contenido


1- Evita que tu perro se estrese con una mudanza

Evita que tu perro se estrese con una mudanza


 Imagen de trucos para evitar el estrés en los perros
    • 1. Procúrale un lugar seguro. Mientras empaquetáis todos los objetos que hay que trasladar, limpiáis u organizáis las cajas, la casa se convertirá en un auténtico caos. Puede que tu perro reciba estos cambios con curiosidad y es bueno que le dejes merodear entre el desorden para que sacie su instinto explorador y gestione la situación con normalidad. Sin embargo, es importante que tu mascota pueda retirarse a un lugar seguro si se agobia demasiado. Diseña o adapta este lugar con cariño, equipándolo con sus juguetes favoritos, su camita y cualquier cosa que creas que puede servirle de distracción o hacerle sentir seguro.
    • 2. Visita el nuevo barrio. Siempre que sea posible podéis acercaros a pasear por el nuevo barrio. Así, tu perro rastreará los nuevos olores y podrá saludar a los perros del vecindario. Marcará algún árbol con su orina y se familiarizará con los sonidos propios de esa zona.
    • 3. Visita la nueva casa. También podéis visitar la nueva casa para que tu mascota reconozca el espacio, husmee por las esquinas y, en definitiva, normalice el lugar para que no le resulte tan amenazador cuando lleguéis a vivir en él. Acompáñale a conocer cada una de las habitaciones y muéstraselas siempre que el perro se comporte de manera tranquila y serena. Enséñale también su espacio, si es posible, con sus cosas colocadas. Si ves que está demasiado inquieto, espera a que se calme para continuar con la visita. Puedes realizar todas las visitas que necesite y, durante estos momentos, prestarle toda tu atención con mimos, juegos e incluso premios.
    • 4. El último en llegar. El día de la mudanza, asegúrate de que tu perro es el último en llegar. Es mejor que cuando entre por la puerta  ya esté todo en su sitio, incluidas sus cosas, y el ambiente sea de tranquilidad y calma. De lo contrario, nuestro perro podría estresarse mucho con tantas cajas, ruidos y nerviosismo a su alrededor.
    • 5. No tires sus cosas. Puede que con la mudanza te haya dado por hacer limpieza, pero en el caso de las cosas de tu perro, no es buena idea que te deshagas de ellas justo durante la mudanza. En la nueva casa, absolutamente todo será nuevo para tu mascota, por lo que su mantita, sus juguetes o su cama serán el único olor conocido al que se aferre en esta situación de profundo cambio. Te aconsejamos , además, que los primeros días no laves los textiles o juegues de tela de tu perrito, para que conserven al máximo su viejo olor.
    • 6. No es el momento de más cambios. Por más que estrenar nueva casa te lleve a cambiar tus hábitos, intenta que esto no afecte a la rutina de tu perro. La mudanza y el cambio de domicilio ya han sido bastante difíciles para él, como para que ahora cambies la hora de pasear o de comer. En resumen, intenta que todo lo que tenga que ver con tu perro se mantenga exactamente igual que siempre.
    • 7. Acompaña a tu perro. Los momentos difíciles requieren que estemos ahí para nuestros amigos, y tu mascota no es una excepción. En los días posteriores a la mudanza, te recomendamos que estés especialmente pendiente de tu perro. Juega mucho con él, dale mucho cariño, incítale a comer con su snack favorito y, en definitiva, ayúdale a estar entretenido y a mantener la normalidad.
    • 8. Las normas, para más adelante. Puede que la nueva casa traiga consigo nuevas normas. Quizás se trata de una casa de alquiler en la que hay que evitar los desperfectos,  habéis adquirido nuevos muebles que queréis proteger de cualquier incidente, o hay una habitación en concreto en la que no queréis que el perro entre. Sea lo que sea, las nuevas normas pueden esperar unos días, al menos hasta que nuestro perro se muestre más relajado y aclimatado a su nuevo hogar.
    • 9. Mantén la calma. Aunque resulte difícil conservar el sosiego en una situación tan estresante como una mudanza, si te mantienes sereno, ayudarás mucho a tu perro. La manera en la que hables, te muevas y te relaciones con tu entorno serán un espejo para tu mascota. Recuerda que tú eres su referente.
    • 10. Sé precavido. Los primeros días sé muy cuidadoso con dejar puertas abiertas, ya que en una situación de estrés, tu perro podría intentar escaparse para volver a su viejo hogar. No olvides actualizar los datos de dirección en su chapa identificativa, en el caso de que la lleve, y en su chip.

Una mudanza es, igual que para las personas, una situación de mucho estrés para tu perro. La única diferencia es que él no sabrá qué está sucediendo en cada momento. Por eso, nuestro consejo es que estés muy pendiente de su comportamiento en estos días, y si detectas algo preocupante, como que deja de comer, presenta conductas destructivas o ladra sin parar, ponte en contacto con su veterinario. Como en cualquier otro momento importante de la vida de tu perro, lo importante es que estés a su lado como esa fuente inagotable de amor y seguridad. Seguro que muy pronto tu perro disfrutará a tope de su nuevo hogar y de su vecindario.

Además, ten en cuenta que una correcta socialización de tu perro desde su etapa de cachorro hará que sobrelleve mucho mejor los cambios en general. En este sentido, nuestros perros Australian Cobberdog son una raza muy adaptable a las nuevas situaciones. Con una adecuada socialización desde cachorros, desarrollan una gran capacidad para amoldarse a ambientes nuevos. Debido a esta flexibilidad de carácter y a su sociabilidad, son óptimos para realizar terapia asistida.