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La peligrosa y mortal torsión de estómago en perros

Cómo saber si tu perro la está sufriendo




Tema: Veterinaria


DETECTA LOS SÍNTOMAS

Tiempo de lectura aproximada: 7 minutos

La torsión gástrica en los perros es una enfermedad aguda en la que el estómago se dilata y se obstruye, causando problemas de circulación graves que pueden comprometer la vida de tu mascota. Su evolución es muy rápida, por lo que es vital detectar los síntomas lo antes posible para buscar atención veterinaria con urgencia. Te explicamos cómo saber si tu perro está sufriendo una torsión de estómago y cómo prevenirla.


Detecta los síntomas

Índice de contenido


1. ¿Qué es la torsión de estómago o DVG en perros?

2. ¿Qué causa la torsión gástrica en perros?

3. ¿Cuáles son los síntomas de la torsión de estómago en perros?

4. ¿Cuál es el tratamiento para la torsión estomacal en perros?

5. Complicaciones de la torsión de estómago en perros

6. ¿Cómo prevenir la torsión gástrica en perros?

¿Qué es la torsión de estómago o DVG en perros?

Torsión de estómago en perros

El síndrome de dilatación-vólvulo-gástrico (DVG), más conocido como torsión gástrica, es un cuadro agudo que puede afectar a los perros poniendo en serio peligro su vida. Consiste en el giro del estómago del perro sobre sí mismo, causando la obstrucción de la apertura superior e inferior del órgano. Debido a esta compresión, los alimentos, líquidos y gases no pueden circular en el sentido natural de la digestión, pero tampoco pueden ser expulsados por el animal mediante el vómito, por lo que se fermentan en el estómago. En consecuencia, este se dilata, aplastando los vasos sanguíneos de toda la zona.

Lo peligroso de este proceso es que, con esta ralentización del ritmo circulatorio normal, pueden producirse daños irreversibles tanto en el tejido del estómago como en órganos cercanos, por ejemplo, el bazo o el corazón. Este cuadro se va agravando por minutos, y si no se revierte la torsión, puede terminar con la vida del animal.

¿Qué causa la torsión gástrica en perros?


Torsión gástrica en perros

La torsión estomacal en perros es más frecuente en razas grandes, como el bóxer, labrador, mastín, dóberman o gran danés, por mencionar algunos. Esto se debe a que su gran caja torácica permite un mayor desplazamiento del estómago. Sin embargo, esta dolencia repentina puede afectar a cualquier perro a lo largo de su vida. Veamos algunos factores de riesgo.

  • Ingesta demasiado rápida de comida o bebida, o ingesta en una sola toma muy abundante.
  • La edad: los perros mayores son más propensos a sufrir torsión de estómago.
  • El sexo. Los machos tienen una mayor prevalencia de esta enfermedad.
  • Estrés. Un perro nervioso puede comer con demasiada ansia, además de sufrir problemas de tensión muscular y digestivos que lo hacen más vulnerable a la torsión estomacal.
  • Beber demasiada agua. Además de que podría ser síntoma de alguna otra patología, el exceso de agua puede propiciar la DVG.
  • Ejercicio muy intenso durante la digestión.

¿Cuáles son los síntomas de la torsión de estómago en perros?


Síntomas de torsión de estómago en perros

Debido a que la torsión gástrica es un proceso agudo, los síntomas avanzan muy rápidamente. Toma nota de estas señales y, si las detectas en tu perro, llévalo al veterinario inmediatamente.

  • Náuseas y vómito de saliva o sangre (si la torsión es total, no podrán vomitar aunque lo intenten).
  • Inflamación del abdomen y tensión en la zona.
  • Rechazo de la comida y bebida.
  • Nerviosismo, agitación y/o comportamiento errático.
  • Molestias al intentar tumbarse en el suelo boca abajo.
  • Jadeos o insuficiencia respiratoria, ya que la dilatación del estómago afecta al diafragma.
  • Empeoramiento rápido del estado general del animal.

¿Cuál es el tratamiento para la torsión estomacal en perros?


Tratamiento para la torsión estomacal en perros

La torsión del estómago es un proceso que causa un gran dolor y sufrimiento al perro que la sufre, y además, hace peligrar su vida porque compromete la circulación y otros órganos. Ante cualquier síntoma que te haga sospechar, no lo dudes, lleva a tu mascota al veterinario enseguida.

Lo primero que harán los profesionales veterinarios será observar los síntomas del perro y confirmar el diagnóstico mediante pruebas de imagen. Luego, intentarán restablecer la circulación del animal y estabilizarlo para poder someterle a una cirugía. Sí, si tu perro sufre una torsión de estómago tendrá que ser operado de urgencia inevitablemente para vaciar el órgano mediante una sonda gástrica y, posteriormente, recolocarlo en su posición natural. A menudo, se suele suturar el estómago a la pared abdominal para que no haya recaídas.

El postoperatorio es crucial en los casos de torsión gástrica en perros, ya que uno de los factores de riesgo de esta dolencia es, precisamente, que el animal ya la haya sufrido anteriormente.


Complicaciones de la torsión de estómago en perros


Complicaciones de la torsión de estómago en perros

La DVG en perros puede poner en riesgo sus vidas. Se estima que el índice de mortalidad oscila entre el 5-15%, una cifra considerablemente alta si la comparamos con otras enfermedades comunes en perros.

Los problemas circulatorios que causa el cuadro inflamatorio en el estómago pueden llegar a afectar al corazón del perro, ocasionando arritmias e incluso paro cardíaco.

Otro problema es que pueden llegar toxinas a la sangre por el corte de circulación de los vasos sanguíneos que acompañan al estómago.

Además, también se pueden producir daños en el estómago tan graves como la necrosis con la posibilidad de perder parte del estómago. Si la necrosis es muy grave, será muy difícil salvar la vida del animal.

En general, la torsión de estómago, al empeorar cada minuto, acaba causando un choque generalizado del organismo que debilita mucho al perro, por lo que en muchas ocasiones ni siquiera son aptas para poder someterse a la operación, ya que no la superarían.


¿Cómo prevenir la torsión gástrica en perros?


Cómo prevenir la torsión gástrica en perros
  • Ofrécele su comida repartida en varias tomas para evitar que ingiera demasiada cantidad de golpe.
  • Asegúrate de que, durante la comida, nada ni nadie le molesta, y el entorno es tranquilo y agradable.
  • Nunca le sirvas la comida si lo ves demasiado agitado o nervioso. En estos casos, espera a que se calme.
  • No le animes a realizar ejercicio físico intenso justo después de que haya comido o bebido.
  • Si se alimenta con pienso evita que beba demasiada agua tras comer, ya que podría hincharse en su estómago.
  • Procúrale una dieta equilibrada a tu perro, de manera que mantenga un peso saludable.
  • En algunas razas de perro con una alta prevalencia de torsiones gástricas, es posible realizar una gastropexia profiláctica. Se trata una operación preventiva y por laparoscopia que cose el estómago a la pared gástrica para que no se pueda torsionar. Valóralo con tu veterinario.

Aunque ninguna de estas recomendaciones puede evitar al 100% que nuestra mascota sufra una torsión en su estómago, nunca está de más ser prevenidos y hacer lo máximo posible para evitarles pasar por este trance. La torsión gástrica es un proceso muy grave que pone en riesgo la supervivencia de tu perro. El tiempo es clave en esta enfermedad, por lo que si observas cualquier síntoma sospechoso, no titubees: la vida de tu querido amigo está en juego.