Tiempo de lectura aproximada: 6 minutos
Seguro que alguna vez has leído o escuchado historias sobre perros que fueron capaces de averiguar que sus amos sufrían una enfermedad antes incluso de que ellos lo supieran. No es ningún secreto que estos animales poseen un sentido del olfato privilegiado, con 200 millones de receptores -respecto a los 5 millones de los humanos- que los hacen captar aromas sutiles totalmente imperceptibles para nosotros. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre la habilidad de los perros para detectar enfermedades en personas? ¿Qué hay de cierto en la creencia de que tu perro puede averiguar si estás enfermo?
1. ¿Cómo detectan los perros enfermedades en personas?
2. ¿Qué enfermedades puede detectar un perro?
3. Los perros vs. pruebas diagnósticas
4. ¿Todos los perros pueden diagnosticar enfermedades?
La ciencia se ha encargado de demostrar que ciertas patologías, como el cáncer, las infecciones o la hiperglucemia, provocan cambios en el olor corporal de las personas que las padecen. Sin embargo, hablamos de compuestos orgánicos volátiles que resultan indetectables para la nariz humana, pero no para la trufa de los perros, que es capaz de percibir y aislar estas sustancias químicas cambiantes gracias a su poderoso olfato doble.
Y es que, además de su poderosa nariz, estos increíbles animales cuentan con el órgano vomeronasal, situado en el paladar y encargado de captar estas partículas volátiles. De esta manera, haciendo uso de su potente herramienta olfativa, los perros pueden oler la enfermedad en la orina, aliento, sudor y heces del paciente incluso antes de que exista un diagnóstico.
Existe evidencia científica de perros que han detectado enfermedades como el cáncer, la epilepsia, las infecciones (leves o graves), la narcolepsia, la migraña, la ansiedad, la malaria, el parkinson, las subidas de azúcar o la insuficiencia renal, entre otras. Además, también pueden oler patologías en otros perros (detectaron el cáncer a través del olor de su saliva) o incluso en ciervos (se demostró en un estudio que podían diagnosticar la caquexia crónica oliendo sus heces).
En todos estos casos, los experimentos se realizaron con perros adiestrados expresamente para este fin, que fueron capaces de identificar las patologías con una precisión cercana al 100%.
En humanos, un estudio pionero fue el del químico István Horváth en 2008, que investigó con perros para detectar tumores malignos de ovario. Los animales lograron confirmar la enfermedad en cuestión de segundos con una precisión del 99%, mientras que las pruebas diagnósticas se hubieran demorado días.
En 2010, otro caso asombroso fue el de Marine, una golden retriever de 8 años entrenada para detectar el cáncer en decenas de pacientes a través del olfateo de su aliento y heces, logrando determinar qué personas padecían la enfermedad con una efectividad que rozó la perfección.
No podemos dejar de mencionar al beagle que, en una investigación holandesa en 2012, logró aislar una bacteria resistente causante de problemas digestivos graves, muy difícil de diagnosticar por otras vías. Lo hizo olfateando los cuerpos de los pacientes, pero también pudo detectarla simplemente oliendo el aire alrededor de ellos. ¡Increíble, verdad?
Conscientes del poderoso sentido del olfato de los perros, numerosos científicos han tratado de utilizarlo con fines médicos, siempre mediante el adiestramiento de estos animales. Esta preparación puede realizarse en cualquier raza de perro, aunque algunas son idóneas para ello debido a su carácter flexible, pacífico y sociable. Ocurre, por ejemplo, con el Australian Cobberdog.
En el diagnóstico de enfermedades en personas, diferentes investigaciones han adiestrado a este tipo de perros para reconocer esos compuestos volátiles que emanan, a través de sus fluidos, las personas que las padecen. Tal es la efectividad y el escaso margen de error de estos animales, que en la actualidad trabajan en diferentes proyectos de salud por todo el mundo.
Por ejemplo, en el Hospital Clínic de Barcelona, el labrador Black colabora en la detección del cáncer de pulmón, y en el País Vasco ha existido una unidad canina destinada a diagnosticar el Covid-19.
De hecho, una de las ventajas de que sean perros entrenados los que realicen diagnósticos médicos es la rapidez, además de que resultan mucho menos invasivos, ya que ofrecen su cariño y simpatía a los pacientes, mejorando su estado de ánimo y reduciendo la ansiedad.
Sin embargo, a pesar de la importante labor que realizan, el problema es que entrenarlos es un proceso lento. Por eso, el proyecto Dog’s Nose intenta recrear los mecanismos olfativos de estos animales de forma tecnológica, aunque de momento sin éxito.
La ciencia ha demostrado que, con un adecuado entrenamiento, los perros pueden utilizar su privilegiado olfato para avisarnos de diferentes enfermedades. Pero, ¿puede un perro sin adiestramiento averiguar que existe una patología? En otras palabras, ¿puede tu querida mascota saber que estás enferma?
Existen numerosos testimonios que avalan esta teoría, como el del dueño de Siba, una perrita mestiza que lo alerta unos minutos antes de que sufra un ataque epiléptico a través de olisquear frenéticos y ladridos. Lo mismo sucede con Tinker, que tampoco ha sido adiestrado para detectar enfermedades y, sin embargo, sabe perfectamente cuándo su amo diabético va a sufrir una bajada de azúcar.
Un caso muy emocionante fue el de Max, un cruce de collie que fue capaz de alertar a su dueña de que sufría cáncer de mama.
Según un estudio del portal The Pets a más de 300 dueños de perros, un 85% percibió cambios considerables en el comportamiento de sus mascotas mientras cursaban alguna enfermedad leve, como gripes o infecciones. Un 45% asegura que este cambio se produjo de 1 a 2 días antes de los síntomas.
Entre los cambios observados están una menor demanda de paseos y juegos, una mayor observación fija y constante, o alteraciones en el contacto físico: algunos perros se mostraron más cariñosos, mientras que otros evitaron la interacción. Esto puede deberse a los olores químicos que emite el cuerpo con diferentes patologías, que no siempre son agradables para ellos.
Así que, ya sabes, si observas alguna de estas actitudes en tu perro, no pierdes nada por hacerte un chequeo. Y tu mascota, ¿se comporta de manera especial cuando te encuentras mal? ¡Estos adorables y leales animales no dejan de sorprendernos!