Inicio > Sobre el Labradoodle > Cómo se creó el Labradoodle

Imagen redonda de Wally Conror, creador del Labradoodle
¿CÓMO SE CREÓ EL LABRADOODLE?

Un encuentro con Wally Conron, el creador del Labradoodle


El origen de la historia de la raza Australian Cobberdog lo encontramos en Wally Conron, un educador canino de perros guía que necesitaba encontrar
una raza hipoalergénica que pudiera ser entrenada para esa labor.
Antonio Dávalos de DOGKING y Wally Conror, creador del Labradoodle

UN ENCUENTRO CON WALLY CONRON

Cuando comenzamos nuestro estudio en Australia acerca del Australian Cobberdog, la persona que teníamos más interés en conocer era Wally Conron, el creador del Labradoodle. Se ha escrito mucho sobre él y queríamos saber de primera mano qué era lo que opinaba de esta raza. Para nosotros, era muy importante conocer bien su historia y su experiencia. A pesar de que Wally Conron es conocido como el creador del Labradoodle, su labor principal ha sido siempre la de educador de perros guía. Ha trabajado con estos perros durante 25 años, además de realizar trabajos con caballos, perros de terapia en cárceles y “remedial dog”, que es como él le llaman a los perros que realizan visitas a los hospitales. Él conoce bien la gran capacidad que tienen los animales para ayudar a las personas, por eso también podía explicarnos el valor que tenía un la raza para realizar esta labor.

El primer Labradoodle

Wally Conron nos cuenta que trabajaba en una asociación para ciegos con un programa de cría y entrenamiento para formar perros guía. Como la mayoría de estos programas, consistía primero en una selección de cachorros, un periodo de socialización y un posterior entrenamiento para pasar seguidamente al acople al usuario. Habitualmente trabajaba con Labradores y Golden Retriever, pero llegó un día en el que recibió un encargo especial. Se trataba de una mujer ciega hawaiana cuyo marido tenía alergia a los perros.

Es bien conocido que el pelo rizado de los Caniches es hipoalergénico ya que no provoca caspa ni hace la muda, fue por ello que durante 3 años estuvo trabajando con 33 caniches de tamaño grande intentando encontrar uno que fuese apto para este trabajo. Sin embargo, no lo consiguió. Ningún Caniche mostraba las aptitudes necesarias para convertirse en perro guía y como el tiempo pasaba y su jefe empezaba a presionarle tomó una decisión sin precedentes: cruzar una de sus Labradoras con un Caniche esperando que el resultado pudiera satisfacer la singular petición de la mujer hawaiana. “Y así lo hizo”, nos dice Wally con una amplia sonrisa. Se realizaron las pruebas pertinentes y de los 3 cachorros que nacieron de esa camada, uno de ellos era completamente hipoalergénico y tenía las aptitudes necesarias para convertirse en un perro guía.
Foto del primer labradoodle de wally conror

El desarrollo del Labradoodle

A pesar de haber dado con un cruce perfecto para llevar a cabo su labor como perro guía y no provocar alergia, Wally Conron se encontró con un problema que no esperaba: Aunque había una lista de espera de 6 meses, la gente no quería un perro que no fuese pura raza. Los cachorros estaban creciendo y no encontraba hogares de socialización que acogiesen a los cachorros de Labradoodle. Nadie. Así que viendo la necesidad de cambiar la percepción de estos cachorros en la población, decidió llamar a los medios de comunicación y anunciarles que había creado una nueva raza concebida para los trabajos de asistencia y terapia. La noticia se viralizó, y en tan sólo 24 horas ya tenía cientos de llamadas de persona deseando tener uno de esos maravillosos perros. “No querían un cruce, querían un Labradoodle”, nos dice Wally con cierto fastidio.

Fotos y artículos de Wally Conror, creador del labradoodle
Y así fue como empezó todo. Tenía la combinación perfecta para crear buenos perros guías y familias deseando socializarlos, por lo que decidió desarrollar el programa de cría del Labradoodle. Sin embargo, otro problema aún mayor estaba por llegar. Para continuar criando el Labradoodle y poder establecerlo como raza necesitaba sementales de Caniche para ir realizando las montas, y cuando pidió asesoramiento al Kennel Club se encontró con un muro. Los criadores de pura raza se oponía frontalmente a su programa de cría de lo que por entonces aún era un perro mestizo y le aseguraban que si tomaba algún ejemplar para realizar montas, el Kennel Club lo quitaría del registro y le impediría presentarse a más exposiciones y campeonatos. Por suerte, Wally encontró el apoyo en algunos criadores que le ofrecieron sus sementales mientras no se enterase el Kennel Club, y el criterio por el que eligió a esos sementales fue su buen temperamento y el reconocimiento de estar libre de problemas hereditarios.

De esta manera, fue teniendo sus camadas de Labradoodle y seleccionando de ellas estupendos perros que lograron convertirse en grandes perros de asistencia. Con tono desenfadado, se ríe mientras nos cuenta que cuando llegó a cruzar Labradoodle con Labradoodle le llamó Doubledoodle. Y a la siguiente generación le llamo Tripledoodle. Sin embargo, desde que comenzó con este programa, Wally Conron ha sido amenazado, demandado e incluso pegado por criadores de pura raza que le acusaban de estar pervirtiendo su trabajo. Sin duda una reacción de miedo por parte de los criadores ante la atención internacional que había conseguido Wally Conron en torno al Labradoodle. Fue por eso que finalmente se dio por vencido, cansado de luchar continuamente contra muchos de los que formaban parte del mundo del perro en Australia y se retiró sin llegar a registrar la raza en el Kennel Club. Sin embargo, la base ya se había establecido y a pesar de que Wally Conron terminó su programa de cría del Labradoodle, fueron muchos los criadores que siguieron desarrollando la raza hasta hoy.

LA OPINIÓN DE WALLY CONRON SOBRE EL LABRADOODLE

Según sus propias palabras, los Labradoodles que crió eran brillantes, nunca tuvo problemas de temperamento con ninguno de ellos, eran muy inteligentes y fácilmente entrenables. Y esto era así porque se esmeraba mucho seleccionando muy cuidadosamente a los padres de sus cachorros. El problema con los Labradoodle fue su éxito. El Labradoodle se hizo muy popular y las granjas de cría comenzaron a criarla sin ningún tipo de criterio. Simplemente ponían a dos perros juntos sin estudiar los posibles problemas hereditarios de salud o comportamiento ni hacer las pruebas de que fueran hipoalergénicos. Fue así como poco a poco se desvirtuó el concepto "Labradoodle" y se creo una percepción de ella como perros demasiado nerviosos que tardaban mucho en aprender las órdenes y no servían como perros de asistencia. Siendo testigo de esto, a veces se arrepiente de haber iniciado esta fiebre, ya que también dio pie a que se comenzaran a realizar cruces de otras razas que no tenían ningún sentido. Para él, el cruce entre un Labrador y un Caniche tenía sentido en la medida que conseguía buenos perros de asistencia que no provocaban alergia. En el momento en el que esto se descuidaba, el Labradoodle no tenía razón de ser. Por suerte, después de que Wally Conron se retirara, hubo otros criadores como Mellodie Woolley que decidieron seguir este criterio y consiguieron grandes resultados haciendo del Australian Cobberdog la raza que el Labradoodle debería sido.

Información y consultas sobre el Australian Cobberdog

Contacto