Otro de los problemas que tienen los Labradoodles es que al no ser una raza establecida ni tener una institución que proteja la raza, cualquier persona puede denominar a sus perros “Labradoodle”, lo que da bastante desconfianza. Los Labradoodles no tienen que tener pedigree Australiano, ni tener un programa de cría que persiga el objetivo de la raza, ni tener registrados a los perros de cría ni las infusiones de otras razas que se hacen, algo que si que está completamente controlado con el Australian Cobberdog.
Australian Cobberdog sólo hay uno. Sin confusiones. Sólo hay un único estándar de raza como referencia para todos los criadores al rededor del mundo que permite que vayan a la par en su programas de cría. Los pedigrees son emitidos por una única institución, la MDBA, que además controla las infusiones de otras razas y registra todos los perros reproductores que participan el los programas de cría. De esta manera, tienen toda la información para asegurar la calidad genética del perro con pedigree Australian Cobberdog.